Envía tu vehículo a otro punto del planeta

Nuestra Tierra es ancha y tentadora, más aún cuando deseas vivir y viajar en tu propio vehículo. Pero, ¿qué decisión tomar cuando el próximo destino elegido está más allá de los mares?

¿Puede una van, autocaravana, camioneta o cualquier RV (vehículo recreativo) acompañarnos en nuestras aventuras, mudándose de continente? La respuesta es sí, si dispones del capital suficiente, un mínimo de unos 2.700 euros (unos 3.000 dólares, aproximadamente). Y si no, siempre te queda la opción de adquirir tu medio de transporte en el país de llegada, teniendo en cuenta que no todas las naciones permiten comprar autos a personas de nacionalidad extranjera ni revenderlos después fuera de su país, aunque saltarte tales reglas de compra-venta no es complicado y no hay necesidad de cometer ilegalidades para hacerlo. Para conocer las limitaciones administrativas de cada lugar te recomiendo acudir a grupos de Facebook, como Overlanding Buy & Sell o Panamerican Travellers.

Marchar con tu RV a cuestas tiene sus ventajas. Por ejemplo, no tienes que emprender una búsqueda incierta ni realizar una adquisición a distancia, con la sorpresa y el stress que ello podría conllevar. Además, depende de dónde partas y adónde quieras llegar, puede compensarte el gasto de enviar tu RV. Sudámerica suele ofertar vehículos caros en comparación a Europa, USA, Canadá y otras naciones que poseen su propia industria automotriz, por lo que, si provienes de esos lugares más industrializados y tienes dinero suficiente, quizá valga la pena trasladar vía marítima tu propio auto. Ello facilitará después que regrese contigo, previo desembolso del costo de la vuelta, con el que debes también contar. Tu vehículo llegará y se irá contigo. Y siempre existe la opción de venderlo en el paraje donde te agarre el deseo de finalizar tu periplo, para lo que te recomiendo, de nuevo, hacer uso de grupos en Facebook como los mencionados anteriormente, y ser consciente de que venderlo puede llevarte un tiempo, si decides hacerlo sin usar alguna empresa intermediaria, como Suzi Santiago en la capital de Chile.

ELEGIR COMPAÑÍA DE TRANSPORTE

Si tienes claro que tu mejor opción es continuar tu vida overlander con tu automotor has de conocer algunos detalles antes de embarcarlo. Los trámites no son complicados, pero investiga por internet para sopesar con que compañía naviera te convendrá hacerlo y de qué puertos salen. Elije un transportador con buenas críticas, compara presupuestos, decide el tipo de envío que deseas, etc. Entre la comunidad de pasajeros nómadas, la empresa SeaBridge es de las favoritas, entre otras cuestiones, por su amplia experiencia, porque arriba a diferentes muelles de toda la largura americana, desde el sur al norte, y porque permite llevar pertenencias dentro del RV transportado, debidamente empacadas para protegerlas de los vaivenes de una travesía en barco (algo que otras compañías, como Grimaldi, no permiten, en teoría). A pesar de todo, es importante saber que ninguna naviera se responsabiliza a priori de lo que pase con tu RV ni su contenido. Para quienes no duermen tranquilos sin cierta seguridad, existen seguros navales que cubren el vehículo en caso de que el navío zozobre o sufra daños externos en el proceso de su carga a bordo y descarga. Sería útil tomar muchas fotos de tu RV antes de su recolección para el caso, poco probable, de una disputa por desperfectos.

Hay dos formatos para transportar un vehículo. El primero consiste en introducirlo en un container; es la opción más cara. A cambio, te aseguras de que no habrá robos en su interior, ya que no hay posibilidad de acceder a él. Para abaratar costos, algunas personas se ofrecen a compartir su container con otro vehículo, si ambos son de volumen reducido (por ejemplo, un jeep y una moto). Podrás encontrar tales avisos en los grupos internautas de viajeros. La segunda opción es conocida por RORO, acrónimo del término inglés “roll on, roll off”, y define a buques de carga que transportan cargamento rodado. El inconveniente es que la empresa tiene las llaves del vehículo (y acceso al interior) para subirlo y bajarlo del barco. Éste es el metodo de envío de SeaBridge. Para mayor despreocupación, algunos dueños bloquean la entrada desde la cabina de conducción al

habitáculo, levantando un muro de madera entre ambos espacios. Pero, por si las moscas, nunca dejes dentro objetos de valor, como computadores, cámaras, GPS, etc.

El precio del envío dependerá de dos variables: el puerto de destino y el tamaño del RV, que se calcula según su cubitaje total (alto, ancho y largo). El resultado (el volumen en metros cúbicos) determinará el pago, que puede variar en unos 800 euros, más o menos. Además, si quisieras viajar con tu RV dentro del barco, puedes hacerlo sumándole unos 1.700 euros por persona, lo que incluye todas las comidas durante el trayecto de varias semanas y los trámites administrativos que se realizan al llegar. De cualquier modo, nunca se paga nada hasta que el carguero está en ruta y ha abandonado el puerto de salida. Una vez que ha zarpado, recibes un mail con la factura a abonar, a través de transferencia bancaria o con tarjeta. De regreso, te envían una copia de la tarjeta de embarque (Bill of Lading), vital para finalizar el proceso en el puerto de llegada.

PREPARATIVOS

Ya has elegido naviera, que parte, por poner un ejemplo, del puerto de Amberes (Bélgica), bastante alejado de la ciudad, por cierto, y sin medios de traslado público. Inicias el papeleo anterior al viaje y los preparativos, que comprenden entregar tu RV al menos tres días laborables (de lunes a viernes) antes de la partida. Puedes reservar tu envío con tres meses de antelación, durante los cuáles no te cobran nada y puedes hacer todos los cambios de fechas que precises sin coste adicional. Para ello, necesitarás aportar tus datos personales, los del vehículo, copia de varios documentos y… ¡una dosis de flexibilidad! Este tipo de transportes de mercancías puede sufrir modificaciones en las fechas, que van desde un día a varias semanas, tanto para la salida (ETS) como para la llegada (ETA).

Tu autocaravana o furgoneta debe aparentar estar vacía. Todo guardado en los armarios, bien cerrados, así como puertas y ventanas, para aguantar un oleaje bravío. Para llevar dentro bicicletas, motos o material deportivo (si la naviera lo permite) debes indicarlo y recibir un permiso previo de su parte. El tanque del depósito no puede estar lleno; como máximo, a ¼ de su totalidad, así como otras botellas o recipientes de gas deben ir vacías. Todos los electrodomésticos y la electrónica desconectados. Revisa el auto en general y asegúrate de que la barra de remolque y enganche esté en óptimas condiciones.

TRAMITES AL LLEGAR

El puerto de Montevideo, la capital de Uruguay, parece un embarcadero sencillo al que arribar, según los amantes del viaje en carretera, donde los trámites de liberación del RV se realizan sin complicaciones y con agilidad, en pocas horas, en un radio de unas seis manzanas de distancia. Otras opiniones aseguran que, como en muchas partes donde abunda el turismo, las cosas no son “aparentemente fáciles”, para que los agentes que cobran 150 dólares por el servicio de hacer todo el papeleo no se queden sin trabajo.

Son varios los aranceles a pagar, en efectivo y en dólares estadounidenses, y para ello dispondrás de cinco días de estacionamiento gratuito para tu vehículo transportado. Después, tendrás que pagar entre 50 y 60 $ por día extra, así que planifica con exactitud tu fecha de aterrizaje, en general, adonde sea que vayas a enviar tu casa con ruedas. Sólo el titular del vehículo puede recogerlo, previa demostración de disponer de un seguro automovilístico que le cubra en el nuevo país.

Los permisos imprescindibles para recoger tu RV son varios, entre ellos, un certificado de llegada que se consigue en la oficina de migración del muelle, y requiere presentar tu pasaporte con el sello de entrada a la nación. Este viene a ser el visado de turista del vehículo, que hay que guardar como oro en paño para poder cruzar la frontera de salida, terrestre o marítima, cuando te marches. Lo demás son formularios de aduana a rellenar, por lo que prepara tu documentación personal y del

auto y fotocopias de ellas. Y aquí llega el regalo sorpresa que habrás de contabilizar antes de decidir enviar por barco tu RV, ya que no es moco de pavo y quizá sea determinante para tomar tu decisión final. Se trata del Bill of Lading (B/L) o Conocimiento de Embarque, el documento que justifica la existencia de un contrato de transporte en una operación vía mar, entre dos puertos, del que habrás recibido un ejemplar al principio del proceso. Se paga al contado y en efectivo en las oficinas de la naviera al llegar, y cuesta la friolera de 700 dólares americanos, un precio fijo. Una vez abonado y sellado, te darán un número de stock con el que podrás retirar tu vehículo. Vuelves a ser libre, y un poco más pobre, pero la vida y el dinero (ya lo sabes) se renuevan constantemente.

Si no dispones del gran capital para realizar esta transacción de envío transoceánico, o no deseas gastar tus ahorros en ello, te recuerdo que existen otras opciones para continuar tu travesía a tu manera. SwapTheRoad, nuestra página de intercambio de RV, nació precisamente con la intención de cubrir tal necesidad de posibilitarle el viaje a personas sin mermar su situación económica, creando las redes humanas que harán real cualquier sueño.

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