Qué tener en cuenta al comprar una autocaravana

Cuando era pequeña tenía una muñeca llamada Darling, una versión menos artificial de la famosa Barbie, de cuerpo no tan sinuoso y con los pies planos, no anclados a la posición de unos zapatitos de tacón (como su compañera), sino a la realidad de un planeta por descubrir. Solía introducirla en una roulotte (término francés que se refiere a “caravana”) de juguete y hacerla rodar por los suelos de mi casa. De adolescente, mi costumbre se amplió a buscar por la ventanilla del auto de mis padres casas rodantes autopropulsadas que dejaran un halo de aventura en la carretera. Eran muy pocas. Cruzarse con una era el equivalente a recibir un premio de lotería: el trofeo de soñar con vivir viajando.

Hoy día las autocaravanas son cada vez más usuales. El modelo económico basado en la construcción de vivienda y sus precios desorbitados se está agrietando por personas que prefieren destinar sus ahorros a tener un hogar móvil en cualquier parte, en lugar de una segunda (o primera) residencia fija. Las posibilidades en cuanto a comodidad son casi infinitas. Incluso se fabrican a medida. Sólo hay que equilibrar las necesidades propias, los gustos y el dinero en el bolsillo.

TIPOS

Existen muchas clases de autocaravanas, cada cual con sus pros y sus contras. Pero todas se construyen a partir de una plataforma sólida sobre un chasis que, a posteri, se rodea con una carrocería fabricada generalmente en fibra de vidrio, más ancha de lo habitual para ganar amplitud. A continuación se aíslan paredes, techo y suelo y se configura el interior como una mini casa.

Esta especie de vehículo se puede clasificar en cuatro tipos básicos, según su dimensión:

perfiladas: tienen la cabina de una van o furgoneta de serie a la que en su parte trasera se le añade la zona específica de autocaravana. Son tan manejables y económicas como una van, por lo reducido de su volumen, y pasan también más desapercibidas que modelos más largos.

capuchinas: se diferencian de las anteriores en que, sobre su cabina de conducción, se instala un espacio abultado que suele albergar una segunda cama, ampliando su habitabilidad a cuatro o más ocupantes.

integrales: prescinden de la cabina de una van para maximizar la superficie habitable, convirtiéndose en un todo compactado con parabrisas panorámico, lo que incrementa también el consumo de combustible.

extensibles: consisten en una autocaravana integral a la que se añaden zonas hacia el exterior para disponer de más metros de vivienda. Esto alza su precio y peso, por lo que pueden exigir el carnet C para su manejo si superan la masa permitida de 3.500 kg, al tiempo que su aerodinámica empeora. Todo ello deriva en que estos motores gasten mayor cantidad de carburante, superando fácilmente los 10 litros cada 100 kilómetros.

La elección de una u otra dependerá de varias cuestiones. ¿Cuánto espacio de almacenamiento necesita tu equipaje? ¿Será tu domicilio nómada o un medio de vacacionar? ¿Cocinarás dentro, al estilo ahorrativo de cualquier overlander? ¿No sabes vivir sin ducha propia o usarás las de las estaciones de servicio? ¿Es un viaje familiar, en pareja, a solas, o con una comunidad de pasajeros?

Otro punto fundamental para decidirse por un modelo son las plazas que vayas a necesitar, ya que éstas deben estar homologadas. Para que un asiento doble en la parte del salón pueda utilizarse legalmente en movimiento, tales asientos tienen que estar reflejados en la ficha técnica del RV (vehículo recreativo), contar con cinturones de seguridad y anclajes al chasis. Así, una autocaravana puede tener sólo dos plazas para viajar, pero cuatro, seis o más para dormir.

MOBILIARIO INTERIOR

Aparte de las medidas exteriores, la prolijidad interior de la motorhome hará la diferencia entre habitar una especie de camper van o vivir un viaje por carretera de lujo. Las hay de un solo ambiente, en los modelos más básicos, y las hay con separaciones entre la zona de salón y dormitorio(s), para los RV más grandes.

La cama basculante (sobre el comedor o cabina) es bastante demandada por su practicidad y ahorro de espacio en la parte baja de la morada. Existe la llamada “cama trasera en isla”, las camas gemelas que se pueden unir y las literas situadas en la parte trasera, ideales para las criaturas. Otra opción de mueble de doble uso es la mesa de comedor que en la noche se transforma en base para pernoctar.

En el área de la cocina lo más normal son fuegos de gas butano, pero también hay vitrocerámicas, menos baratas. Neveras eléctricas o a gas, microondas opcional, fregaderos conectados al depósito de aguas grises, armarios y cajones a petición, y espacios para guardar el menaje. Los miniaseos suelen integrar ducha, WC, lavabo (puede que plegable) y desagüe. Hay familias que, cuando no es usado, lo vuelven otro hueco donde almacenar sus enseres.

PRESUPUESTO

La magnitud del importe disponible nos encaminará hacia la compra de un transporte nuevo o de segunda mano. En Argentina llegué a hallar una autocaravana perfilada (el modelo más simple) con treinta años de antigüedad que una pareja del Este de Europa vendía por 5.000 euros (unos 6.000 dólares). También me topé con una familia de cinco integrantes chilenos que habían importado una capuchina de Alemania hasta su país por el doble de dinero, a través de un concesionario especializado.

Comprar a un particular siempre entraña riesgos, ya que no existe garantía alguna, como sí sucede en las empresas que brindan estos servicios intermediarios (aunque conviene revisar los términos de tal garantía y lo que ésta cubre). De quien paga depende realizar las comprobaciones mecánicas y documentales pertinentes, y tocar madera para ahuyentar a la mala suerte. A cambio, los costes pueden ser abismalmente distintos. En internet y Facebook se encuentran grupos centrados en la compra-venta de estas casas sobre ruedas que abarcan todo el rango de valores y variedades.

Si se busca modernidad tecnológica y protección garantizada ante cualquier problema técnico, comprar un objeto nuevo es la opción. Eso sí, prepárate para desembolsar un mínimo de 35.000 euros (unos 40 mil dólares) y llegar hasta los 100.000 si se le van sumando detalles de equipamiento, características vehiculares, tamaño, etc. A la cuantía de adquisición habría que sumarle el costo de posibles accesorios y mejoras, tales como aire acondicionado autónomo, calefacción, pantalla de televisión, componentes de cocina, placa solar que alimente todos los consumibles eléctricos y su instalación, rotación de los asientos delanteros… La lista dependerá de la opulencia que se quiera abonar o la austeridad que se pueda soportar, lo que en ocasiones está relacionado con la duración del viaje en sí, además del tipo de usuario: hay personas que prefieren abundancia de complementos hogareños para disfrutar de un bienestar tradicional y otras más espartanas que priman disponer de más espacio para guardar sus medios de vida (instrumentos musicales, equipo deportivo, material de venta que les permite subsistir por el camino, etc).

GASTOS ADICIONALES

Al precio de adquisición habrá que añadirle pagos de otra índole derivados del propio uso del vehículo, similares a los de autos convencionales y diferentes debido a su mayor tamaño:

seguro y revisiones son iguales a los de un turismo común, aunque los repuestos pueden resultar más costosos. Por ejemplo, una correa de distribución oscila entre los 300 y los 600 euros (350-700 dólares de USA).

cambio de neumáticos o llantas: existen fabricantes especializados en ruedas para autocaravanas, cuya especificidad proviene de pasar mucho tiempo estacionadas. Su precio oscila entre el doble y el triple de un neumático corriente. Cada 6 años han de cambiarse por seguridad.

parking de pago: mientras no se viaje con ella, si no se dispone de un lugar donde aparcarla y no se desea dejarla expuesta en la calle, para que permanezca vigilada y bajo techo habrá que contar con los costes anuales de un servicio de aparcamiento privado. La mayoría de concesionarios de venta de estos vehículos ofrece este tipo de servicio.

el IEDMT (Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte): en España existe esta tasa desde 2007, que varía dependiendo de la región del país y se calcula en función del nivel de CO2 que la autocaravana emita.

Quizá antes de comprar tu motorhome, una vez decidido el modelo y sus pormenores, sea útil arrendar una de las mismas características y realizar una excursión de pocos días para familiarizarse con ella y sentir si va contigo. ¿Te acomoda la voluminosidad elegida o, ahora que la vives de cerca, sería suficiente algo más sencillo? Y tus futuros acompañantes de travesía, ¿qué opinan? Hay una diferencia entre la idea que nos hacemos de las cosas y la realidad de esas cosas una vez que nos atrevemos a poblarlas. A veces nos decepcionan y otras veces terminan de enamorarnos. Sólo hay una manera de descubrir qué sucederá: saltar hacia ellas. Y siempre nos quedará Swap The Road: la comunidad de intercambio de vehículos recreativos que te permite volver a intentarlo, en otro punto de este fascinante globo, sin perder la inversión primera que te hizo salir a atrapar tu sueño.

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